21.4.13

Bombas dialécticas

Hay que ser borrico (o muy hijo de las dos Españas) para dejarse seducir por los cantos de la ignominia y acusar a Eduardo Madina de simpatizar "más con lo que representa ETA que con lo que representa el Partido Popular" pero, por increíble que parezca, esa fue la culebra que escupió la otra mañana Bieito Rubido Ramonde a los micrófonos de la COPE, en medio de una audiencia enardecida ante el indecente arrimón. El aliterado director de ABC hizo buena la denuncia de García Márquez acerca del frenético ritmo del periodismo actual ("Los periodistas no tienen tiempo para leer, ni siquiera de leer el periódico"); porque solo acudiendo a esa tara profesional se podría excusar la osadía de observar connivencia con el terrorismo en un político al que ETA dejó cojo y zambo al segarle media pierna por el método de la bomba lapa. Otra cosa es que la andanada no responda a la necedad sino al canguelo derechón provocado por la postulación exógena y oficiosa de Madina como futuro inmediato del PSOE. Lo que pasa es que para remedar la táctica que Arrigo Sacchi elevó a cotas artísticas en el Milan ("Defender es atacar el ataque del contrario") no hace falta lanzarse al tobillo rival, sino todo lo contrario: esgrimir y hacer valer las habilidades propias; salvo que se carezca de ellas, claro. En cualquier caso, el energúmeno que está dejando al vetusto diario monárquico a la altura de una hoja parroquial debería saber que con exabruptos y argumentos caducados ("Conozco bien el tamaño de mi partido, la grandeza del PSOE y me conozco a mí mismo y conozco mi tamaño. Sé que mi volumen no puede dirigir el volumen del primer partido de este país", confesó Madina hace quince meses) no va a aniquilar a alguien que los terroristas intentaron matar hace once años y sin embargo hicieron más fuerte.

2 comentarios:

  1. acabará salpicándoles el veneno que escupen al viento

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  2. Hace algún tiempo escuché a Bieito Rubido acusar (en Los Desayunos de la 1) a Artur Mas de fascista. Así mismo, tal como suena.
    Si este hombre es periodista realmente, supongo que es una verguenza para sus colegas. Parece un personaje extraido de la España de hace muchos años. Ël, y miles así, con esa visión básica de las cosas, hacen que este país arrastre anclas muy pesadas. Estamos durmiendo con el enemigo. Hay que confinarlos a la oscuridad de los tiempos, porque gente así, lejos de ser un factor de diversidad ideológica y de enriquecimiento de la pluralidad, constituyen un factor de envenenamiento.
    Saludos Tirado

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