Hace algo más de un año, Cristina Fallarás retrataba así a un amigo fotógrafo y escritor: "En Uribe siempre se respira la libertad ventilada de los que nada tienen, ni siquiera prejuicios, ni pactos, ni cuentas pendientes. Ni mierdecitas de compadreo". Por aquel entonces, la Fallarás no sospechaba que, algo más de un año después, la sede de su editorial sería el lugar elegido por aquel amigo para ponerse en huelga de hambre, pero adelantaba (in)conscientemente la admirable catadura del personaje que el pasado 11 de diciembre se bajó de un autobús en Barcelona, pilló en La Boquería lo justo para un bocata de jamón y queso y, tras darse un humilde festín, anunció que no comería más; no, al menos, hasta ver cumplidas sus peticiones. Willy Uribe reclama que le den largas a un antiguo yonqui gallego, hoy rehabilitado, que se vio arrollado hace años por el aniquilador galope del caballo y que fue pillado dos veces cambiando unas papelinas de manos; como contraprestación, el reportero vasco demanda de los mandamases presentes y pasados explicaciones acerca de algunos indultos que se le antojan injustificables, como el rubricado por Gallardón a favor de cuatro mossos d’esquadra condenados por tortura o el concedido in extremis por Zapatero a un gerifalte de los dineros. La España democrática regala casi quinientos indultos por año y, lo mismo da que gobierne la derecha que la izquierda, siempre caen del mismo lado —"golpistas del 23-F, terroristas de los GAL, políticos corruptos, jueces prevaricadores, grandes empresarios y banqueros defraudadores, narcotraficantes…"—. Uribe, optimista, se quita importancia: “No soy un suicida, no soy un mártir, no soy un héroe, pero voy a ir hasta el final porque el final va a ser la libertad de David, no va a ser un final necrológico”. Lo que pasa es que, con esta gente de por medio, nunca se sabe.
"que se vio arrollado hace años por el aniquilador galope del caballo"
ResponderEliminarLa voz pasiva pega mal con el uso de drogas. Por lo demás, estoy a favor del indulto, pero este y miles de casos parecidos sólo se resolverán con un cambio de nuestras durísimas leyes sobre estupefacientes
Completamente de acuerdo.
EliminarY los indultos, con un sistema penitenciario en el que la cárcel fuera la excepción y no la regla para sancionar.
No es justo que ahora le juzquen y vaya 7 años a la cárcel, ahora que ya a encauzado su vida. Se la van a romper de nuevo. Y los que deben estar en la cárcel porque han robado a un país entero están en la calle o cuando les toca ir, el caso ha prescrito. Increible.
ResponderEliminarEsta intentando rehacer su vida.No ha asesinado, no ha expoliado, ni torturado. La ley en este pais se usa de manera distinta segun la "clase" de la que provengas. Iniciativas como las de Uribe me parecen muy valientes. Ya va siendo hora de que nos preguntemos que función hace la justicia en este país. Porque muchas cosas no cuadran.
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